Independiente

Desprendimiento del Trelew Athletic Club — equipo malogrado por los erróneos manejos de su presidente el señor Tamburini—, el 30 de agosto de 1916 quedó fundado el Club Atlético Independiente, luego de una serie de reuniones de sus integrantes originales en el Salón San David y en el bar del Teatro Verdi. El nombre del club, votado por decisión unánime, fue propuesto por uno de los presentes a la reunión del 30 de agosto, por aquello de que eran jugadores provenientes del Athletic, pero que a la vez deseaban independizarse para crear una entidad propia. En esta reunión se compuso también la primera Comisión Directiva, para la cual se designó como Presidente al señor Daniel Lewis, como Secretario al señor Dionisio Helguera y como Tesorero al señor Raúl Stanchi, en tanto que el señor Oscar Bimboni fue designado Capitán del equipo. Además de los nombrados, rubricaron el acta de fundación los señores Jacinto Castro, Pedro Colhello, Octavio Gandolfo, Alejandro Penna y Tomás Williams.

La elección de los colores del combinado respondió a un caso de fuerza mayor: la inexistencia en la zona de casacas de otros tonos, ya que los miembros fundadores del club debieron conformarse con las únicas que había para la venta en ese momento. A diferencia de otros equipos del momento, los integrantes de Independiente sostenían una disciplina atlética inusitada para la zona, que los llevaba a realizar intensos entrenamientos antes de cada encuentro; tal razón, prontamente, los convirtió en un combinado superior al resto, lo cual quedó reflejado en el campo de juego. Para 1932 el club consigue una concesión para ocupar la manzana que hasta poco tiempo antes ocuparan los cuarteles militares, y procede a cercar el perímetro para levantar a allí su campo de juego, que fue inaugurado oficialmente el 9 de octubre de ese mismo año.

Para finales de la década de 1930, los conflictos emergentes del fútbol zonal afectaron directamente al Club Atlético Independiente, ya que en su caso este período coincidió con el comienzo de su decadencia en el campo de juego y la finalización de una memorable etapa de victorias. Esta crisis tuvo su punto cúlmine a principios de 1940, y numerosas condiciones influyeron para que se produjera, además de las arriba anotadas: disparidad de criterios en el seno de la Comisión Directiva, imposibilidad de capitalizar la entidad por falta de Personería Jurídica, la dispersión de muchos de los jugadores del plantel que ante la falta de un manejo prolijo emigraban a otros clubes, la desilusión de los asociados, etc.

Pero cuando todo parecía tener un fin irremediable, un grupo de jóvenes jugadores propician la reorganización de la entidad, y el 2 de junio de 1940 vuelven a vestir la casaca del equipo. Se trataba de Ricardo Vitores, Juan Wolhers y Enrique Binder, Joaquín Puértolas, Eliseo Sandín y Hinkerman Rogers, Mario Tomaselli, Justo Arévalo, Hugo Parry, Emilio Santoro y Pascual Martelli. El entusiasmo generado por ese encuentro sentó las bases para la realización de una nueva asamblea, que se llevó a cabo el 21 de junio en el Teatro Español, en la cual se organizó una nueva Comisión Directiva que quedó constituida de la siguiente manera: Presidente, Escribano Vicente T. V. Martínez; Secretario, Elwyn Williams; Tesorero, Pedro García y Vocales: Mario Caminoa, G. Álvarez Muñiz, Modesto Alonso, Roberto Tótaro, Sergio Robles y Víctor Comes.Luego de una ardua labor, el club, poco a poco, volvió a convertirse en uno de los líderes deportivos de la zona.

Como fruto, además, para fines de la década, más puntualmente el 13 de mayo de 1949, el club finalmente logra aprobar su estatuto interno, para ser presentados en la Inspección de Justicia de la Nación, con el fin de gestionar la Personería Jurídica, sin la cual a la entidad le era imposible adquirir inmuebles o realizar cualquier otro tipo de transacción económica dentro del marco de la legalidad. Luego de numerosos vaivenes al respecto, la Comisión Directiva compra una fracción de la chacra Nº 135 perteneciente al señor Joseph Jones, emplazada sobre las actuales calles Soberanía Nacional, Rivadavia y Centenario, de una superficie aproximada de 40.000 metros cuadrados. La compra se hizo a nombre de Sergio Robles, y ésta permaneció bajo su propiedad hasta que una vez lograda la Personería Jurídica en el mes de noviembre del año 1950, Robles pudo hacer la transferencia al club. Allí, en 1977, se realizó la construcción del Gimnasio de la Institución, que hoy cuenta con todas las comodidades necesarias.

Si bien Independiente cuenta en su haber con una trayectoria de relieve desde el mismo momento de su fundación, sin dudas su mayor logro ha sido el de ascender a la primera categoría del Campeonato Nacional en el año 1972, por lo cual merecen especial evocación los jugadores que hicieron posible esta aventura: Alberto Parsechian, Carlos Oca, Carlos Hompanera, Emilio Fernández, Alberto Manicler, Ricardo Salomón, Enrique Behr, Eduardo Robledo, Andrés Paz, José Montero, Fernando Cárdenas, Carlos Llenderosa, Jorge Bersán, Leoncio Soto, Roberto Cominetti, Francisco Fiandiño, Roberto Figueroa, Raúl Luque, Juan Ovidio Noce, Raúl Tamargo y Víctor Roldán. Director Técnico: Higinio Restelli.

INDEPENDIENTE EN EL CAMPEONATO NACIONAL

Independiente resultó Campeón del Torneo Oficial de 1971, con lo cual obtuvo el derecho de participar en el Campeo ­ nato Regional clasificatorio para el Campeonato Nacional de Fútbol del año siguiente. Los jugadores que llevaron a cabo esta tarea fueron Parsechian, Oca, Hompanera, Fernández, Manícler, Salomón, Behr, Robledo, Paz, Montero, Cárdenas, Llenderosa, Bersán, Soto, Cominetti, Fiandino, Figueroa, Luque, Noce, Tamargo y Roldán, dirigidos magistralmente por Higinio Rostelli.

El Club rojinegro debutó en el Torneo Nacional ante San Martín de Mendoza el 15 de Octubre de 1972, jugando como visitante, y sufrió una derrota de 1 a 0. El 22 de ese mismo mes, una extraordi ­ naria concurrencia de público llenaba las gradas del estadio ro ­ jinegro para presen ­ ciar el primer partido de fútbol de nivel nacional que se jugó en nuestra zona: Independiente recibía de local a San Loren ­ zo de Almagro.

Un inexplicable alargue del árbitro permitió que los visitantes se pusieran 1 a 0 a los 92 minutos de juego, pero de todos modos el Club Independiente de Trelew transi ­ tó un gran Campeonato con mucha alegría, dejando siempre en alto la calidad del fútbol valletano. Así se escribió la página más gloriosa del fút ­ bol patagónico, mien ­ tras que nuevamente en 1984 los rojinegros terminaban Campeo ­ nes Regionales en la Liga local. Formación de Indepen ­ diente que se enfrentó a River Plate en el Monumental.